domingo, 5 de noviembre de 2017

Misión más importante y gratificante

Una de la misión más importante y gratificante que he tenido han sido los hermanos Henao:
Esteban


Salomé



Juan Diego

Laura



Cuatro hermanos a los que empecé a dar clases dos tardes en semana, y que terminé viéndolos no como mis alumnos, sino como mis hermanos.
Poco a poco fui conociendo su historia, una historia que cuesta aceptar que pueda existir. Viven con su padre, quien trabaja cada día para poder sacarlos adelante, pero como consecuencia los niños pasan las tardes y los fines de semana solos encerrados en la casa, sin juguetes ni un adulto que les eduque, les atienda y les de cariño.



Cuatro niños que no saben lo que es recibir caprichos; una niña de 14 años que tiene que cuidar de sus hermanos, pero ella no tiene quien la cuide, le explique, le guíe por el camino correcto, confíe en ella, y le dé motivos para soñar con un futuro mejor; un niño de 12 años con depresión, quien no encuentra el sentido de la vida, quien muestra una apariencia fuerte, desobediente, rebelde… pero que es cariñoso, inteligente, se preocupa por sus hermanos, y es enormemente feliz con un simple juguete; una niña de 11 años inteligente, que no tiene una madre que se siente con ella a estudiar y a ayudarle a concentrarse, que echa de menos a su hermana por un error cometido que le ha costado el irse de casa; y el más pequeño, de 9 años, un niño muy inteligente, pero con un tumor en la cabeza que puede dejarlo ciego en poco tiempo.


Todos son niños increíbles, pero que les ha tocado una vida complicada. Estoy muy agradecida por haber pasado estos meses conociéndolos, ayudándolos en el estudio, pero sobre todo por haber disfruta



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